Por el diputado Peter Abbarno
30 de septiembre de 2025
El buen gobierno no surge por accidente. Requiere líderes responsables y ciudadanos comprometidos. Como representante estatal y Presidente del Grupo Republicano de la Cámara de Representantes, he visto de primera mano cómo las políticas debatidas en Olimpia afectan directamente a las familias, los propietarios de viviendas y las pequeñas empresas del condado de Lewis y de todo el estado de Washington.
Por eso, una de las responsabilidades más importantes que compartimos es mantenernos informados, implicarnos y seguir participando en el proceso de gobernar.
Según una encuesta de Fulcrum Strategic y EMC Research de este año, el 75% de los habitantes de Washington no confían en que la Legislatura gaste el dinero de los impuestos de forma responsable.
Sólo el 22% de los estadounidenses dicen confiar en que el gobierno federal haga lo correcto «la mayoría de las veces» o «casi siempre», según un estudio de Pew Research.
En resumidas cuentas, ni siquiera necesitas una encuesta para saber que los estadounidenses -y los washingtonianos- expresan sistemáticamente una baja confianza en las instituciones gubernamentales, especialmente en las legislaturas y en las decisiones sobre el gasto.
Una de las formas en que he trabajado para reforzar la rendición de cuentas ha sido patrocinando la Ley 1055 de la Cámara de Representantes. Esta ley pide que se estudie la creación de una Oficina del Defensor de la Transparencia de Washington, un organismo independiente y no partidista encargado de ayudar a los ciudadanos a acceder a los registros públicos.
Los ciudadanos de Washington merecen saber cómo se toman las decisiones que afectan a sus trabajos, sus hogares y sus comunidades. Buscar registros públicos puede llevar demasiado tiempo. Proporcionar y mantener registros públicos es también demasiado caro. El proceso es complejo y caro.
Creo que hay una forma mejor, y también lo creen muchos otros estados. Creando un defensor independiente del gobierno abierto, podemos acabar con la burocracia y reducir los costosos litigios.
La transparencia genera confianza, y la confianza es la base de cualquier gobierno que sea verdaderamente «del pueblo, por el pueblo y para el pueblo».
Garantizar que los votantes tengan voz en la Cámara también es esencial para que el gobierno sea representativo y responsable. Por eso me opuse al voto de los demócratas de la Cámara para silenciar el debate en la Cámara, poniendo fin a una norma que llevaba en vigor más de 100 años.
La Cámara de Representantes siempre ha funcionado como la cámara «más cercana al pueblo» y, hasta este año, abogaba por un debate y una discusión sólidos. Cerrar el debate abierto debilitó la responsabilidad y la transparencia.
Sólo unas semanas después de que se aprobara la votación de procedimiento, se interrumpió el debate abierto sobre un proyecto de ley que derogaba la iniciativa de la Declaración de Derechos de los Padres, la Ley 5181 del Senado. Más de 400.000 votantes apoyaron la Declaración de Derechos firmando la iniciativa y sus voces fueron silenciadas en una rápida votación de procedimiento; una votación que nunca antes había tenido lugar en el pleno de la Cámara de Representantes del Estado.
Pero tan importante como el proceso es oponerse a las propuestas que amplían el gobierno de formas que eliminan las voces y los votantes de la ecuación.
A las 2 de la madrugada del 20 de marzo, la mayoría de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 1589, que allana el camino a la prohibición total del gas natural. Esta maniobra se inició de madrugada, cuando el tiempo estaba bajo cero en la mayor parte de Washington, los electores ignoraban que podían perder su única fuente de calefacción y la prensa dormía. Una falta total de transparencia.
Este mismo año, la mayoría aumentó el impuesto sobre la gasolina y aprobó nuevas normas que aumentaron el precio del combustible en el estado de Washington y le dieron la pobre distinción de tener los precios de la gasolina más altos del país. Lo que no se ha destacado en los últimos artículos es que el impuesto sobre la gasolina aprobado por la mayoría también tiene un aumento automático cada año, sin votación de la Legislatura ni del pueblo.
Este tipo de legislación «evasiva» no proporciona confianza en nuestro gobierno.
Por qué es importante el compromiso cívico
Estos ejemplos subrayan por qué es importante el compromiso cívico. Un buen gobierno es algo más que lo que se convierte en ley: se trata también de detener las políticas que amplían la burocracia a expensas de la libertad individual.
Se trata del proceso necesario para preservar la transparencia y la responsabilidad, y garantizar que se escuchan las voces locales antes de imponer mandatos de ámbito estatal.
También es un recordatorio importante para que sigas participando en el proceso y compartas tus ideas conmigo y con otros legisladores. Tu voz me importa. Tu voz marca la diferencia.
De cara al próximo periodo de sesiones, te animo a que sigas participando, compartas tus puntos de vista y sigas exigiendo responsabilidades a tu gobierno. Tu voz es importante para dar forma a las políticas que afectan a nuestros hogares, nuestras empresas y nuestras comunidades.
El diputado Peter Abbarno, republicano de Chehalis, representa al 20º Distrito Legislativo y es el Presidente del Grupo Republicano de la Cámara de Representantes.
Impreso para la Cámara de Comercio de Centralia-Chehalis
