Para decepción de muchos washingtonianos, sobre todo en las zonas rurales, el Estado está un paso más cerca de sustituir el impuesto estatal sobre la gasolina por un nuevo sistema en el que se hace un seguimiento de los conductores y se les cobra por kilómetro recorrido.

Esta semana, la Comisión de Transporte del Estado de Washington votó a favor de remitir 16 recomendaciones sobre una tasa por el uso de las carreteras a la Legislatura de Washington, al gobernador Jay Inslee y a la Administración Federal de Carreteras.
Los funcionarios electos de Seattle ya están intentando encontrar formas de utilizar el dinero para proyectos de transporte colectivo en Seattle y en el condado de King.
Los habitantes de las zonas rurales de Washington que recorren distancias más largas en coche para obtener servicios y empleo se van a ver afectados de forma desproporcionada por una Tasa por Uso de Carreteras. El impuesto es intrusivo al vigilar a los residentes y castigarlos por buscar oportunidades en las comunidades rurales. La privacidad y el sentido común salieron por la ventanilla del coche con esta política.
Washington y otros estados se enfrentan a un problema de financiación con más coches eléctricos, híbridos y vehículos de bajo consumo que generan menos ingresos por el impuesto sobre la gasolina. El impuesto sobre la gasolina no sigue automáticamente el ritmo de la inflación ni sube o baja con los cambios en el precio de la gasolina.
Durante muchos años, ¡el Gobierno ha fomentado la eficiencia energética! Ahora, el Gobierno está dando un giro de 180 grados. La política castiga tanto a los particulares por buscar vehículos energéticamente eficientes como a las empresas por buscar el ahorro de costes de transporte.
Los impuestos sobre la gasolina son la mayor fuente de financiación del transporte del estado, ya que representan el 39% de los ingresos. Según la Comisión de Transportes, los habitantes de Washington pagan una media de 225$ en impuestos sobre la gasolina por cada 12.000 millas recorridas.

En los últimos siete años, unos 2.000 conductores han participado en un proyecto piloto conduciendo más de 15 millones de millas para probar un cargo simulado por uso de la carretera de 2,4 céntimos por milla. Según los responsables de Transporte, las tasas por uso de la carretera podrían controlarse de varias formas, incluidas las lecturas del cuentakilómetros y los dispositivos GPS.
La Tasa por Uso de la Carretera costará a los washingtonianos más dinero y más libertad. El proyecto piloto demostró que los conductores pagarían más al año con un impuesto sobre cada milla recorrida y será rastreado dentro y fuera del Estado de Washington. Insto a nuestros legisladores -si se aprueba el RUC- a que protejan el dinero como tasa de usuario y no permitan que se desvíe al transporte público y a programas no relacionados.