El jueves, el gobernador Jay Inslee promulgó una ley para reducir las sanciones penales por la transmisión a sabiendas del VIH, así como para permitir que un menor de 14 años se someta a un tratamiento contra el VIH sin el conocimiento o consentimiento de sus padres.
La ley, tal como estaba, establecía que una persona es culpable de delito grave de agresión relacionada con el VIH en primer grado si, con intención de infligir un gran daño corporal, administra, expone o transmite a otra persona el VIH, o hace que otra persona lo tome.
El gobernador va en la dirección equivocada en este tema; especialmente en lo que se refiere a la notificación a los padres y a la familia. La ley deteriora la estructura familiar al fomentar el secretismo. Los padres tienen derecho a saber si su joven adolescente ha contraído el VIH, para que puedan comprender la importancia de su implicación.
La educación y el asesoramiento del niño, y de los padres, no sólo construirán una familia más fuerte, sino que mejorarán la calidad de vida del joven adolescente, que tendrá que seguir un tratamiento durante toda su vida. Por eso es tan importante el aviso.
Peter Abbarno, candidato a la Cámara de Representantes del Estado en el 20º Distrito Legislativo.
La ley firmada por el gobernador limitaría la agresión en primer grado relacionada con el VIH a las situaciones en las que una persona transmite el VIH sólo a un niño o a un adulto vulnerable. Ahora es una defensa para el procesamiento, como delito menor, si el transmisor del VIH intentó tomar medidas prácticas para evitar la transmisión de la enfermedad.
La ley lo haría,
- Deroga los estatutos relacionados con el asesoramiento para la prueba del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la Oficina del SIDA y los requisitos para que los organismos establezcan normas que exijan la formación sobre el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) a determinadas profesiones y empleados.
- Actualiza el lenguaje y cambia las referencias en el capítulo de control y tratamiento de las enfermedades de transmisión sexual.
- Permite que un menor de 14 años o más dé su consentimiento al tratamiento para evitar la infección por VIH sin el consentimiento de sus padres o tutores.
- Consolida y amplía la autoridad normativa del Consejo Estatal de Salud en relación con el control de las enfermedades de transmisión sexual.
- Modifica los delitos relacionados con la transmisión del VIH y deroga la prohibición de que una persona que padezca una enfermedad de transmisión sexual, distinta del VIH, mantenga relaciones sexuales si su pareja desconoce la enfermedad.
El VIH es una enfermedad para toda la vida y potencialmente mortal. Reducir la pena e incluir una disposición sobre “medios prácticos de prevención” restan importancia a una situación que sigue siendo grave. Tenemos que proteger a los inocentes, no a quienes agreden a sabiendas o intencionadamente a otro con una enfermedad incurable.
Peter Abbarno, Candidato a la Cámara de Representantes del Estado en el 20º Distrito Legislativo.
